Conservación de tricomas: mejores prácticas para prevenir daños después de la cosecha de cannabis
Mejores prácticas para prevenir daños a los tricomas durante el manejo poscosecha del cannabis
Los tricomas, las glándulas resinosas de los cogollos y las hojas de cannabis, contienen los cannabinoides y terpenos que contribuyen a la potencia y al perfil aromático de la planta. Preservar estas delicadas estructuras después de la cosecha es de suma importancia para garantizar la calidad general del producto final. En esta publicación del blog, profundizamos en las mejores prácticas para prevenir el daño de los tricomas durante la manipulación y el procesamiento posteriores a la cosecha, lo que le permitirá proteger la potencia, el sabor y el aroma de su cosecha de cannabis.
1. Manejo cuidadoso
- Manipule las flores de cannabis cosechadas y recorte con cuidado para minimizar el daño a los tricomas. Evite tocar, apretar o manipular bruscamente en exceso, ya que esto puede provocar que los tricomas se rompan o se desprendan de la planta.
2. Técnicas de recorte adecuadas
- Utilice herramientas de corte afiladas y limpias para garantizar cortes precisos y reducir la manipulación innecesaria. Recorte con cuidado alrededor de las zonas ricas en tricomas, como las hojas de azúcar, para preservar las glándulas resinosas.
3. Temperatura y humedad controladas
- Mantenga un entorno controlado durante el procesamiento posterior a la cosecha, con niveles óptimos de temperatura y humedad. Los tricomas son sensibles al calor y la humedad excesivos, lo que puede hacer que se degraden o se vuelvan quebradizos. Procure mantener una temperatura de entre 15 y 21 °C (60 y 70 °F) y un nivel de humedad relativa del 45 al 55 % para evitar daños a los tricomas.
4. Técnicas de secado
- Implementa un proceso de secado lento y controlado para proteger los tricomas. Cuelga el cannabis cosechado en un área oscura y bien ventilada con una circulación de aire adecuada. Evita la exposición directa a la luz, ya que puede degradar los tricomas y disminuir su potencia.
5. Curado para la conservación de los tricomas
- Después del secado, realice el proceso de curado para proteger aún más los tricomas. Coloque el cannabis seco en recipientes herméticos, como frascos de vidrio, para crear un microclima controlado. Saque los frascos periódicamente para liberar el exceso de humedad y mantener niveles óptimos de humedad, al mismo tiempo que evita la formación de moho.
6. Contenedores de almacenamiento adecuados
- Elige recipientes de almacenamiento que minimicen el daño a los tricomas. Los frascos de vidrio son una excelente opción, ya que no reaccionan, son herméticos y permiten observar fácilmente los tricomas. Evita los recipientes de plástico, ya que pueden generar electricidad estática y dañar los tricomas por fricción.
7. Etiquetado y organización adecuados
- Mantenga un sistema bien organizado para almacenar cannabis, etiquetando claramente las diferentes cepas y las fechas de cosecha. Esta práctica garantiza una rotación eficiente y minimiza la manipulación innecesaria del cannabis almacenado, lo que reduce el riesgo de daño a los tricomas.
8. Evite la agitación excesiva
- Al envasar o transportar cannabis, manipule los envases con cuidado para evitar que se alteren los tricomas. Una agitación excesiva puede provocar que los tricomas se desprendan o se rompan, lo que compromete la calidad general del producto.
Preservar la integridad de los tricomas es fundamental para mantener la potencia, el sabor y el aroma del cannabis después de la cosecha. Si implementas técnicas de manipulación delicadas, controlas la temperatura y la humedad, utilizas métodos de secado y curado adecuados y seleccionas los recipientes de almacenamiento adecuados, puedes evitar que los tricomas se dañen y garantizar una experiencia de cannabis de primera calidad. Proteger estas glándulas resinosas te permite apreciar plenamente las características y los beneficios únicos que aportan los tricomas al producto final.